La música anima a bailar a gente de cualquier parte del mundo. ¿Quién puede resistirse a bailotear al ritmo de una buena canción? No tienes por qué entender el idioma; deja que la música te lleve y prepárate para aprender estos diez bailes del mundo.
Cumbia, Cartagena (Colombia)
Los orígenes exactos de la cumbia siguen siendo un misterio. Ciudades de la costa caribeña de Colombia como Barranquilla o Cartagena se disputan el título de ciudad creadora de la cumbia mostrando a los espectadores los diferentes estilos regionales del baile. Muchos estudiosos reconocen el origen en tres etnias de la cumbia, una mezcla de patrimonio folclórico de pueblos indígenas, esclavos africanos y colonos europeos. La cumbia es un baile sensual de cortejo, La mujer realiza sensuales movimientos de cadera, levanta los extremos de la falda y, quizá con una vela en las manos, da pasos cortos los que los pies apenas se levantan del suelo mientras su pareja baila alrededor haciendo movimientos de abanico.
Baile de mascaras zaouli, Manfla (Costa de Marfil)
Comienza el sonido de las flautas y los tambores y un hombre con máscara salta enfrente del público, con gran ruido de pies. Bajo la rafia y la colorida máscara hay un hombre de la etnia guro de Manfla, un pueblo en el dentro de Costa de Marfil. Cada pueblo de la comunidad guro tiene su bailarín propio que actúa en celebraciones y entierros para fomentar la productividad, la unión y la paz.
Frevo, Olinda (Brasil)
El término «frevo» proviene del portugués ferver, que significa «hervir», y eso ya dice mucho de este enérgico baile. Los bailarines de frevo mezclan unos 120 movimientos distintos con acrobacias, subidas de pierna y pasos de capoeira. Si quieres ver a passistas (bailarines) en plena acción y ataviados con llamativos trajes rojos, azules y amarillos y con paraguas verdes, acude al estado de Pernambuco, especialmente durante el carnaval de Olinda.
Los orígenes se remontan a principios del siglo XX, aunque fue el bailarín Nascimento do Passo el que lo popularizó en la década de los cincuenta. El último mérito recibido fue el nombramiento del frevo como patrimonio cultural intangible de la humanidad por la Unesco en 2012.
Kathakali, Kochi (India)
Un poco de actuación, un poco de danza y mucho maquillaje son los ingredientes necesarios para una buena receta de kathakali. Cerca de las redes de pescadores chinos en Fort Kochi los artistas flotan sobre el escenario a ritmo de percusión, ataviados con trajes recargados y realizando movimientos precisos y elegantes. Hay un buen motivo por el que dedican una hora y media a maquillarse. Con tan solo mover la boca y los ojos, los bailarines hacen nueve expresiones faciales que evocan emociones como el miedo, el amor o el enfado.
En el siglo XVII este espectáculo que combina danza y teatro tenía lugar a la luz de las velas durante toda la noche hasta que las velas acababan consumidas por completo. Por suerte, actualmente puedes disfrutar de una versión más breve en el Kerala Kathakali Centre de Kochi.
Hopak, Kiev (Ucrania)
Prepárate para trabajar las piernas dando los característicos saltos del hopak, la danza nacional de Ucrania. El término hopaty significa «saltar» y esta danza ha hecho saltar a los ucranianos desde el siglo XVI. Era realizada por militares y los soldados celebraban a menudo las victorias representando escenas de batallas a través de una danza salpicada de saltos acrobáticos. Antiguamente era únicamente una muestra masculina de testosterona y ostentación; en la actualidad las mujeres participan en la danza llevando trajes tradicionales y bailando al unísono mientras los hombres realizan los característicos saltos con piernas abiertas y sentadillas.
Adumu, Kenia y Tanzania
¿Cómo de alto puedes llegar a saltar? Para los hombres de la tribu de los masái, adumu («la danza del salto») forma parte de una ceremonia del paso de la niñez a la edad adulta. Serán considerados más fuertes (y atractivos) cuanto más alto salten. Los hombres forman un semicírculo y todos saltan tan alto como puede, sin que los talones toquen el suelo, alentados por los gritos de ánimo de sus compañeros.
Aunque ferocidad es clave en esta vida seminómada de pastoreo y caza de leones, es esencial bailar el adumu con elegancia, acentuada por su ropa roja y sus collares de cuentas.
Footwork, Chicago (Estados Unidos)
El nombre del baile lo dice todo (footwork significa «movimiento de pies»). Este baile se creó en Chicago en los años ochenta y la música de fondo perfecta para realizarlo se caracteriza por los tiempos rápidos, el ritmo machacón y sonidos graves de los grupos de juke de Chicago. Nombres como RP Boo y DJ Rashad, pioneros en la música y el baile footwork, son auténticas leyendas del mundo del footwork. Este baile no conoce fronteras y grupos de bailarines como THE ERA han llevado el footwork a todos los rincones del mundo.
Bailarlo solo se consigue con mucha práctica, incluso los pasos más básicos como mikes, running mans o skates. Tiene un rollo similar al break dancing, así que puedes unirte al baile y mostrar a la gente de Chicago lo rápido que puedes mover los pies.
Ote’a, Tahití (Polinesia francesa)
Ote’a, la danza tradicional de Tahití caracterizada por fuertes movimientos de cadera a ritmo de percusión, cuenta historias de la vida diaria a través de las manos de las bailarinas, mientras sus caderas están siempre en movimiento. Es una técnica que impresiona ver, especialmente cuando las bailarinas mantienen las caderas en movimiento a la vez que realizan una coreografía que les hace cambiar de posición. Si te encantaría probarla, pide ayuda a una polinesia. Puede que tengas suerte y puedas ponerte una falda de fibra vegetal o flores, así como flecos y bonitos tocados para la cabeza. Muévete de forma tan suave como una palmera y déjate llevar por la música.
Vals vienés, Viena (Austria)
El vals vienés recuerda a la música de Johan Strauss, compositor vienés de más de 500 valses con sus característicos compases de 6/8 o 3/4. Con frecuencia se considera un baile de salón de competición y saber bailarlo viene muy bien para sorprender a los invitados en una celebración formal. Es un baile elegante y da la sensación de que la pareja que lo baila es ligera y se desplaza por la sala casi flotando.
No siempre se consideró un baile de la alta sociedad. Hay pruebas en publicaciones de 1774 que muestran que el vals vienés se bailaba en lugares rurales de Alemania. En la actualidad puedes demostrar tus dotes para el baile en alguna de las muchas salas que hay en Viena, la ciudad que dio fama al vals.
Mosh, Washington (Estados Unidos)
No te asustes. El mosh no da tanta cosa como parece. No necesitas desarrollar una técnica, ya que consiste básicamente en dar empujones en el centro de una multitud de un concierto, dejando que tu cuerpo siga sus propios impulsos al escuchar punk, metal o rock. Dicen que el término se originó en Washington a finales de los ochenta durante la canción Total mash del grupo de hardcore SCREAM, animando a la gente a aplastarse (del inglés mash) unos a otros y bailar de forma violenta. De mash se pasó a mosh y el baile inspiró la creación de mosh pits, llamados así porque el público mosh creaba un círculo cerca del escenario en conciertos del Sur de California donde el hardcore estaba en su momento de mayor esplendor.
Aquí todo vale, así que pruébalo y déjate llevar. Si no te gusta la idea de recibir codazos en las costillas o puñetazos en la nariz intenta cruzar de un lado a otro del mosh pit. En cualquier caso, no está garantizado que vuelvas a casa sin rasguños.